BLANCA OLAYA

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Este es un espacio exclusivo de temáticas de Educación Religiosa, teniendo en cuenta que se ha tenido que trabajar desde casa en tiempos del coronavirus. El contenido del blog está tomado de la colección Emaús, camino de esperanza, de Educación Relgiosa. La finalidad es facilitar el acceso de los estudiantes a estos conocimientos en estos tiempos cuando la pandemia nos ha tenido confinados.

domingo, 7 de junio de 2020

PROFECÍA Y JUSTICIA

DIOS NO ABANDONA A SU PUEBLO

El pueblo de Dios y sus reyes abandonaron a Dios continuamente. No hicieron caso de su palabra y su amistad y descuidaron los mandamientos. Pero, Dios no los abandonó y les envió a los profetas.

Los profetas empiezan a serlo cuando reciben la llamada de Dios, quien les pide que con sus palabras, sus gestos y su vida lo hagan presente en la vida del pueblo.  La tarea de los profetas es  recordar al pueblo y a sus reyes las exigencias de la alianza en cada momento de la historia.


LA VOZ DE DIOS

Dios elige a los profetas para que hable en su nombre. Ellos dedicarán su vida al cumplimiento de la misión encomendada por Dios. Para ello denunciarán los pecados del pueblo: la idolatría, la hipocresía y sobre todo, la injusticia con los pobres, las estructuras injustas de aquella sociedad y el abuso de los poderosos.

Los profetas no son adivinos del futuro; ellos deben cumplir dos funciones fundamentales:

Denunciar el abandono del camino que Dios quiere para la humanidad y, sobre todo, las injusticias que eso produce. Cuando el dinero y el poder se convierten en dioses, entonces el pobre es oprimido, el fuerte se apodera del débil, y el huérfano y la viuda viven en la marginación.

Proclama Dios nunca abandona al pobre y al desvalido, y anunciar la llegada del Mesías anunciado por Dios. El Mesías traerá la libertad y la salvación definitiva, tal como se la anunció a David.  Los profetas trasmiten un mensaje un mensaje de esperanza a los que sufren, y a los pobres y desvalidos. Así, los profetas refuerzan la esperanza en el Mesías.

Los profetas son los "centinelas de la alianza", porque ponen de relieve las injusticias y vuelven a  anunciar aquello que Dios prometió a Abraham, a Moisés y a David. En Jesús se cumplieron definitivamente todas esas promesas. Jesús fue el Mesías esperando que habían anunciado los profetas.


CONOCER A DIOS ES PRACTICAR LA JUSTICIA

Para los profetas, el culto a Dios y el cuidado de los excluidos son dos realidades son dos realidades inseparables. No hay alabanza a Dios sin compromiso por la justicia. El profeta Jeremías es muy claro en este aspecto: conocer a Dios es practicar la justicia.


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