BLANCA OLAYA

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Este es un espacio exclusivo de temáticas de Educación Religiosa, teniendo en cuenta que se ha tenido que trabajar desde casa en tiempos del coronavirus. El contenido del blog está tomado de la colección Emaús, camino de esperanza, de Educación Relgiosa. La finalidad es facilitar el acceso de los estudiantes a estos conocimientos en estos tiempos cuando la pandemia nos ha tenido confinados.

domingo, 30 de agosto de 2020

¿EN QUÉ SOCIEDAD VIVIÓ JESÚS?


 UN PEQUEÑO PAÍS

Palestina es una pequeña franja de tierra junto al Mediterráneo oriental con la forma de un trapecio con una distancia de unos 250 km de norte a sur. El mar mediterráneo lo limita al oeste y el valle del río Jordán al este. Su orografía es muy accidentada, tiene una fértil llanura costera, la región montañosa central destacando el monte Hebrón y el monte Tabor. También se encuentra el valle de la depresión del Rio Jordán que está 392 m bajo el nivel del mar, y la meseta de Transjordania. El clima y el paisaje son mediterráneos, se cultivan cereales, vides, olivos e higueras y dátiles.

FORMADO POR TRES REGIONES: Palestina estaba dividida en tiempo de Jesús en siete regiones. Las más conocidas son:

Galilea: al norte. Era la región más rica y fértil de palestina. Sus habitantes vivían de la agricultura, el comercio y la pesca en el lago Tiberíades. Entre sus ciudades se encuentran Cafarnaúm, Betsaida, Naín, Caná y Nazaret.

Samaría, en el centro. Era también una región fértil, pero más pobre que Galilea. Sus principales ciudades eran Samaria y Cesarea. Sus habitantes los samaritanos vivían en conflicto con los judíos.

Judea: al sur. Era la región más extensa y pobre de Palestina. En ella estaba la ciudad de Jerusalén, de gran importancia religiosa, ya que en ella se encuentra el templo, centro de peregrinación pata todos los judíos. Otras ciudades importantes eran Belén, Emaús y Jericó.

SOMETIDO A ROMA:

La historia política de Palestina fue muy agitada: guerras, saqueos, deportaciones y destierros fueron frecuentes.  En el año 63 a. C, Pompeya conquistó Jerusalén, y Palestina se convirtió en una provincia romana. Palestina era una provincia sin importancia, en la periferia y un gobernador la representaba ante el poder central de Roma. En tiempo de Jesús, el gobernador romano era Poncio Pilato. Cuando Jesús nació, gobernaba en Roma el emperador Octavio Augusto y cuando murió, el emperador era Tiberio. Roma procuraba respetar las costumbres propias (religión, lengua…) del pueblo judío. Asimismo, se sirvió de reyes locales a quienes convirtió en vasallos. Fue el caso del rey Herodes el Grande (del 37 al 4 a. C.) o de sus hijos Arquelao, Herodes Antipas y Filipo.



GRUPOS SOCIALES:

Fariseos: Eran hombres piadosos que conocían bien la ley y la cumplían, pero también rechazaban a quienes no la cumplían tal y como ellos entendían que debían hacerlo.

Sacerdotes: Formaban un grupo numeroso encargado de atender al templo y su culto. Vivían de las ofrendas que se realizaban y de oficios que buscaban por su cuenta.

Escribas o maestros de la ley. Su misión consistía en explicar y actualizar la ley. Se les llamaba rabbí que significa “maestro mío”. Algunos de ellos pertenecían al grupo de los fariseos.

Zelotes: Eran un movimiento extremista y armado. Pertenecían a las capas más pobres del pueblo. Algunos siguieron a Jesús como Simón el Zelote. Pretendían liberar al pueblo de los romanos por la fuerza.

Campesinos. Son los habitantes de aldeas rurales a los que en las ciudades se les consideraba rudos e ignorantes. Su objetivo fundamental era sobrevivir, después de pagar todos los impuestos, dar de comer a su familia y a los animales y guardar semilla para la siembra el próximo año.

LOS DIRIGENTES: La autoridad suprema, tal como hemos visto, la tenía Roma que hacía valer su poder con sus legiones asentadas en la zona y las de refuerzo que rápidamente hacía llegar en los momentos de rebelión.

El sanedrín. Era el grupo de dirigentes propiamente judíos. Era la máxima institución de auto gobierno del pueblo judío en tiempos de Jesús. Estaba formado por 71 varones, elegidos entre los ancianos, sacerdotes y escribas o doctores de la ley.  Legislaba en los asuntos religiosos y en algunos civiles y tenía poder ejecutivo, si bien estaba sometido al poder de Roma. Estaba presidido por el sumo sacerdote.

Los sumos sacerdotes. Era la aristocracia del sanedrín. Este grupo lo constituía el sumo sacerdote del momento, los que habían tenido este cargo y los encargados en el templo del tesoro y del orden. El sumo sacerdote era el responsable del culto en las fiestas importantes del pueblo judío.

Saduceos. Pertenecían a la clase alta de la sociedad. En lo religioso, eran muy conservadores; y, en lo político, colaboraban con los romanos.

LA FE DEL CREYENTE JUDÍO:

El pueblo Judío, al que Jesús pertenecía, era profundamente religioso, sus costumbres estaban impregnadas de creencias y normas religiosas.

Un Dios. El judío creía en la existencia de un solo Dios, Yahvé.

Un pueblo. Los judíos estaban convencidos de que Israel era el pueblo elegido por Dios con el que estableció un pacto, una Alianza.

Una ley. Para los judíos, Dios había revelado su voluntad al pueblo mediante una ley que todos debían cumplir, la Ley o la Torá.

LAS NORMAS: Además de estas creencias, los judíos tenían una serie de obligaciones y ritos que cumplir:

La ley religiosa. La ley diría la vida religiosa, moral y civil de los judíos. Para ellos la ley expresaba la voluntad de Dios. El trabajo de interpretación de la ley escrita era realizado por los escribas.

El sábado, día en que los judíos descansan en recuerdo del día que descansó Dios tras la creación del mundo (Gn 2, 2). Es un día de descanso estricto para alabar a Dios.

La circuncisión es un rito que se realiza a los varones recién nacidos, el octavo día de vida, y es signo de pertenencia al pueblo de Israel. Tiene su origen en la alianza de Dios con Abraham, porque se estableció como signo de la misma (Gn 17, 1-12).

LAS FIESTAS

Las fiestas más importantes para los judíos eran:

· La fiesta de Pascua. Duraba ocho días y reunía a miles de peregrinos en Jerusalén para conmemorar la liberación del pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto.

· Las fiestas de Pentecostés. Es una fiesta de acción de gracias al finalizar la cosecha. Conmemora la alianza de Dios con su pueblo en el Sinaí.

· Las fiestas de las Tiendas o de las Chozas. Esta celebración recuerda la costumbre establecida por la ley de Levítico 23, 40.

LOS LUGARES SAGRADOS:

El templo. El gran templo de Jerusalén simboliza la presencia permanentemente de Dios en medio de su pueblo. Allí se celebraba, a diario, el culto de Yahvé.

Las sinagogas. La palabra “sinagoga” significa reunión de los creyentes. También se llama así al lugar dónde se reúnen para rezar y leer el Torá o libro de la Ley.

 

LOS EXCLUIDOS:

Los extranjeros: El pueblo de Israel marginaba a las personas según consideraba elegidas o no por Dios, incorporadas a la alianza o no.

Los gentiles, como se llamaba a los que no eran judíos, sufrían rechazo y se procuraba no mezclarse con ellos. Todos los extranjeros eran vistos como inferiores.

Los samaritanos eran que no habían mantenido la pureza de la alianza. Eran mal considerados por los judíos porque en tiempos pasados se habían mezclado con pueblos invasores y se habían dejado contaminar por sus costumbres.

LOS ENFERMOS

En la mentalidad antigua, tener salud era sinónimo de estar bendecido por Dios y no tenerla suponía una maldición, estar rechazado por Dios.

Eran considerados enfermos especialmente los leprosos, los enfermos mentales (calificados como posesos) y aquellos que presentan algún tipo de minusvalía como los ciegos o los paralíticos. Todos ellos, además de su enfermedad, tenían que padecer el aislamiento y el rechazo por ser considerados merecedores de la maldición de su enfermedad. Y, en caso de ser evidente su inocencia, como en el caso de los niños, se pensaba que los que habían pecado o roto la Alianza eran sus padres.

LOS PECADORES Y LOS PUBLICANOS

Los que tenían un comportamiento moral inapropiado, los pecadores públicos, eran marginados: ladrones, adúlteras, prostitutas, etc.

Igualmente sufrían el rechazo algunos oficios, como los pastores, de los que se desconfiaba por tener fama de ladrones. Pero, ante los más odiados, estaban los publicanos o cobradores de impuestos que cometían muchos abusos y colaboraban con Roma. Entre estos recaudadores, ricos y con poder, estaban los jefes de los publicanos que eran odiados también pero que a la par eran temidos por estar protegidos más directamente por Roma interesada en llenar las arcas imperiales.

LAS MUJERES

La sociedad era dominada por los varones. La mujer no tenía derechos civiles. Dependía totalmente de su padre hasta que contraía matrimonio, en torno a los 12-14 años. A partir de entonces, pasaba a depender totalmente del marido que la poseía como una propiedad más. La función social de la mujer era tener hijos y servir al varón fielmente.

La mujer tampoco tenía derechos religiosos, era considerada fuente peligrosa de tentación y pecado, se le asociaba a Eva que provocó la caída de Adán al ofrecerle el fruto prohibido. En los momentos de máxima impureza, en la menstruación y tras el parto, debía ser aislada. No podía participar plenamente en el culto de la sinagoga y, en el templo de Jerusalén, sólo accedían al atrio de los gentiles, no podían ir más allá.

Fuera del hogar la mujer “no existía”. No podía alejarse de la casa sin ir acompañada de un varón, no podía hablar en público con ningún hombre. Debía permanecer retirada y callada. Su testimonio no era aceptado como válido.

Si la mujer era ya de por sí discriminada, más lo eran las prostitutas y las adúlteras a las que se les añadía el rechazo por ser pecadoras públicas.

Jesús toma partido por los grupos excluidos de su época, se relaciona con los enfermos, publicanos, pecadores; son los preferidos del Reino de Dios, Al lado de Jesús, recuperan su dignidad que la sociedad les negaba.




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