BLANCA OLAYA

Mi foto
Este es un espacio exclusivo de temáticas de Educación Religiosa, teniendo en cuenta que se ha tenido que trabajar desde casa en tiempos del coronavirus. El contenido del blog está tomado de la colección Emaús, camino de esperanza, de Educación Relgiosa. La finalidad es facilitar el acceso de los estudiantes a estos conocimientos en estos tiempos cuando la pandemia nos ha tenido confinados.

domingo, 30 de agosto de 2020

¿QUÉ VIVENCIAS FAMILIARES TUVO JESÚS?

 LOS PADRES DE JESÚS

Cuando llegó el momento oportuno, Dios decidió entrar en la historia de su pueblo al enviar a su Hijo. Para hacerlo escogió una familia. Se fijó en dos jóvenes que estaban prometidos: María y José.

Los evangelios de Lucas y Mateo relatan cómo Dios, a través del ángel Gabriel, hace un anuncio desconcertante a María: “Concebirás y darás a luz un hijo al que pondrás por nombre Jesús. Él será grande, será llamado Hijo del Altísimo”.

Se trata de un anuncio sorprendente, María aún no está casada con José y la misión encomendada por el ángel excede sus posibilidades. A pesar de lo asombroso del anuncio, María confía plenamente en Dios y responde afirmativamente: “Aquí está la esclava del Señor, que me suceda cómo tú dices”. Dios confío en María  y María confió en Dios.

JOSÉ UN HOMBRE BUENO

El anuncio del ángel no solo sorprende a María, también provoca asombro en su prometido, José. Este que, según los evangelios, era un hombre justo, respeta a María y decide que su embarazo que de oculto para que nadie pueda hacerle daño.

Después de tomar esta decisión el ángel del Señor, en un sueño, le quita toda duda y lo invita a confiar en ella: “José, hijo de David, no temas aceptar a María como tu esposa, pues el hijo que espera viene del Espíritu Santo!.

Desde entonces José asume el cuidado de Jesús como un hijo propio. Gracias al sí de María y la acogida de José, Dios entra a formar parte de la familia humana. La familia concreta es el lugar elegido para hacerse uno de los nuestros: la Sagrada familia de José, María y Jesús.



UNA FAMILIA ENTRE MUCHAS

Nazaret era una pequeña aldea, de apenas unos trescientos habitantes en las laderas de Galilea. La economía era agrícola y se vivía de forma muy humilde. La vida de la familia de Jesús no fue muy distinta de la de otras familias que vivían por allí.

Los oficios posibles de aquel pueblo estaban muy relacionados con el entorno:

· Los hombres eran en su mayoría agricultores, ganaderos o pescadores.

·  Los artesanos se dedicaban principalmente a oficios de construcción, albañilería y carpintería. Los textos también hablan de bataneros o lavanderos y de alfareros.

·  Tejer y hacer cestos eran actividades domésticas de las mujeres.

·  Los pastores vivían fuera de los pueblos. Por la noche mientras uno de ellos montaba guardia, los animales de varios rebajos eran agrupados en sitio cerrado. Entretanto, los otros, dormían a alguna distancia, al abrigo de una tienda o de una choza de ramajes.

En contra de lo que se podía pensar, esta pequeña familia no vivía aislada, sino rodeada de parientes y otras familias. Había varias casas en torno a un patio donde se hacía la vida común. Todos eran una gran familia.

Cada sábado se reunían en la sinagoga para escuchar la Palabra de Dios y comentarla.

 

UN PADRE, EJEMPLO PARA JESÚS

De José sabemos que era un artesano, un carpintero albañil. Esta profesión lo obliga a recorrer las aldeas vecinas buscando trabajo. Con lo que le pagaban mantenía a su pequeña familia. Su ejemplo le sirvió a Jesús para crecer en la bondad y el respeto a la figura del Padre de todos, Dios.

Los cuatro evangelios solo hacen mínima referencia a José en los relatos del nacimiento, después desaparece y Jesús en su vida pública aparecerá acompañado de su madre y sus hermanos. A juicio de los expertos, esta ausencia pudo deberse al fallecimiento de José.

UNA JOVEN CAMPESINA

Tampoco tenemos mucha información de María. Como toda muchacha de Nazaret se encargaba de las labores de la casa y de educar a Jesús. Cada sábado acudía con su familia a la sinagoga para escuchar y meditar la Palabra.  Pero además sabemos que:

· Era una mujer con un rico mundo interior que guardaba las cosas en su corazón. Esa sensibilidad le permitió desarrollar un profundo espíritu de fe, espíritu que transmitió a su hijo en la infancia y que la ayudó a encontrar a Dios en la vida.

·  Estaba atenta a las necesidades de los demás y era solidaria con sus sufrimientos. Como madre estaba dispuesta a atender con generosidad a quien pudiera necesitar su ayuda.

·  Era una mujer fuerte, soportó el dolor propio y ajeno, y fue capaz de acompañar a su hijo en los momentos más difíciles.

JESÚS, UN NIÑO DE NAZARET

En este ambiente y en compañía de José y María creció Jesús. Cuando era niño compartió la vida cotidiana de los niños de Nazaret. Jugaba, obedecía a sus padres, ayudaba en casa, etc. Más tarde aprendió el oficio de su padre y le ayudaba en su trabajo.

No había libros; lo que Jesús aprendió lo hizo mediante la observación de la vida y gracias a la tradición oral. Con la guía de su madre y del Espíritu adquirió una profunda sabiduría del corazón. Cuando se convirtió en el Maestro, hablaba con autoridad.

No tuvo mujer, en contra de las costumbres de la época. Llegado el momento, abandonó el hogar y su familia para anunciar el reino de Dios.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

TRATAR LOS CONFLICTOS COMO OPORTUNIDAD