Para referirse a la irrupción de los seres humanos en el seno de la naturaleza, Shiller emplea una expresión genial: "La libertad que aparece". La libertad es, en efecto, uno de los rasgos más característicos de la naturaleza humana. Una abeja, por ejemplo, no puede escoger profesión; está obligada a fabricar miel. El ser humano, en cambio, decide libremente en qué dirección orientará su vida.
Nuestra libertad no es absoluta, como la de Dios. Ninguno de nosotros hemos sido libres para nacer y- exceptuando a quienes se quitan la vida- tampoco lo seremos para morir. Sin embargo, entre el nacimiento y la muerte podemos elegir casi todo, aunque no carezcamos de condicionamientos: cada uno de nosotros hemos nacido con una determinada constitución genética y psicológica, dentro de una familia y una clase social concretas, vivimos en este horizonte histórico y no en otro, etc. Tenemos una "libertad condicionada"; pero el calificativo no destruye lo que significa el sustantivo: libertad condicionada no quiere decir en absoluto ausencia de libertad.
LIBERTAD "DE"
Al hablar de la libertad pensamos sobre todo en la libertad exterior o "libertad de"; es decir en las libertades protegidas por las constituciones democráticas: libertad de desplazamientos, de pensamiento, de expresión, de reunión, etc. Hasta hace doscientos años esas libertades fueron casi inexistentes. Libertad de: se refiere a la no dependencia y no interferencia de los demás. Se trata de una libertad religiosa negativa.
Dado que la libertad de unas personas puede entrar en conflicto con la libertad de otras, la autoridad debe establecer ciertos límites al ejercicio de la misma. Decía John Stuart Mill que "la libertad del individuo debe estar limitada de algún modo; no debe convertirse en molestia para los otros".
Solo la libertad de pensamiento, al desarrollarse en lo más íntimo de cada persona, no violenta nunca los derechos de los demás y, en consecuencia, tiene un carácter absoluto. Pero ya la exteriorización de dicho pensamiento puede atentar contra los derechos de otras personas (pensemos en la apología del terrorismo) y, por tanto, tiene ciertos límites.
LIBERTAD "PARA"
Libertad "para": alude al compromiso y fidelidad de uno mismo. Se trata de una libertad más interna y positiva. No basta, por lo tanto, gozar de libertad exterior para ser verdaderamente libre. Aunque parezca mentira la libertad interior es mucho más difícil de adquirir que la libertad exterior. Con frecuencia, las grandes personalidades han preferido perder la libertad exterior para mantener su libertad interior. La libertad exterior despeja nuestro terreno para construir algo sobre él; por eso, si no tenemos un proyecto vital interesante, de poco sirve haber despejado el terreno.
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