Frente a los humanismos ateos del siglo XIX y XX que eliminan las referencias a la dimensión trascendente de la persona o que consideran imprescindible la negación de Dios para afirmar la dignidad del ser humano, existe un humanismo cristiano que ha contribuido a configurar nuestra identidad cultural, y que parte de los criterios evangélicos, del reconocimiento de la existencia de una relación con Dios y que afirma la dignidad del ser humano a partir de una concepción cristiana y religiosa de la realidad.
El humanismo Cristiano:
- Afirma la centralidad del ser humano único e irrepetible, creado por Dios y con un destino trascendente.
- Sostiene que es imprescindible el reconocimiento de la libertad personal, pues es indisociable de la dignidad humana.
- Defiende la misma dignidad y, por lo tanto, los derechos.
En el orden social ha de buscarse la justicia desde los principios de la solidaridad y subsidiariedad. En el siglo XX. Frente al humanismo sin Dios, algunos autores encuentran, precisamente en Él, el auténtico fundamento de una visión positiva y social del ser humano.
La filosofía centrada en la dignidad de la persona humana surge como una reacción contra dos corrientes diametralmente opuestas: el totalitarismo y el individualismo.
JACQUES MARITAIN
Filósofo francés (1822-1973), convertido al cristianismo cuando tenía 24 años. Se dedicó al estudio de Santo Tomás de Aquino. En su libro Humanismo Integral, intenta establecer las bases del humanismo cristiano, que pueda regular también la vida política y social.
Para Maritain hay que pasar del humanismo antropocéntrico al humanismo teocéntrico a través de una filosofía que no se quede en principios, sino en realizaciones concretas.
Filósofo francés (1905-1955). Comenzó estudiando medicina pero la abandonó para estudiar filosofía en París, ciudad en la que obtuvo una cátedra en 1928. En 1932 fundó la revista Esprit que será altavoz de su pensamiento.
Fue encarcelado varias veces por los nazis como "director espiritual de la resistencia".
Su pensamiento intenta resolver, desde la perspectiva cristiana, el descuento entre el individualismo y el comunismo. Analiza al ser humano desde la idea de persona, describiendo sus tres dimensiones básicas: vocación, el hombre está llamado a la existencia por Dios; encarnación, el ser humano está llamado a vivir en una encrucijada personal única; comunión, por la que todo hombre debe estar abierto a los demás y unido a todos los hombres de modo esencial. Una civilización personalista es aquella cuyas estructuras y espíritu están orientados a la realización como persona de cada uno de los individuos que la componen.
GABRIEL MARCEL
Filósofo y dramaturgo francés (1889-1973). Estudió filosofía en la Soborna. Durante la Primera Guerra Mundial trabajó informando a las familias de los desaparecidos. Desde esa experiencia le interesó, por encima de la reflexión abstracta, una filosofía capaz de dar cuenta del hombre real concreto.
En 1929, con cuarenta años, se convirtió al catolicismo: "He sido bautizado esta mañana, con una disposición interior que nunca hubiera podido esperar: ninguna exaltación, pero si un sentimiento de paz, de equilibrio, de esperanza, de fe". Su pensamiento fue catalogado por Sartre como existencialismo cristiano.
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