BLANCA OLAYA

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Este es un espacio exclusivo de temáticas de Educación Religiosa, teniendo en cuenta que se ha tenido que trabajar desde casa en tiempos del coronavirus. El contenido del blog está tomado de la colección Emaús, camino de esperanza, de Educación Relgiosa. La finalidad es facilitar el acceso de los estudiantes a estos conocimientos en estos tiempos cuando la pandemia nos ha tenido confinados.

sábado, 30 de mayo de 2020

EL BIEN Y EL MAL EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

Dios creó al ser humano a su imagen y semejanza. Luego el Creador plantó un jardín donde colocó al hombre que había formado (Gn 2, 8). Ese jardín se llama en la Biblia Edén. Pero ¿qué es el Edén? Eden es una palabra hebrea que significa "delicias" jardín de la felicidad y es el nombre que, en el Antiguo Testamento se le dio al Paraíso. El autor del génesis a través de un lenguaje metafórico, nos permite entender que el Edén significa un lugar de felicidad, del gozo más puro. Este lugar lo destinó Dios para que allí viviera el ser humano. 
Le dio esta orden: «Puedes comer del fruto de todos los árboles del jardín,menos del árbol del bien y del mal. No comas del fruto de ese árbol, porque si lo comes, ciertamente morirás.» La serpiente era más astuta que todos los animales salvajes que Dios el Señor había creado, y le preguntó a la mujer:
—¿Así que Dios les ha dicho que no coman del fruto de ningún árbol del jardín?
Y la mujer le contestó:
—Podemos comer del fruto de cualquier árbol,

menos del árbol que está en medio del jardín. Dios nos ha dicho que no debemos comer ni tocar el fruto de ese árbol, porque si lo hacemos, moriremos.
Pero la serpiente le dijo a la mujer:
—No es cierto. No morirán.

Dios sabe muy bien que cuando ustedes coman del fruto de ese árbol podrán saber lo que es bueno y lo que es malo, y que entonces serán como Dios.
La mujer vio que el fruto del árbol era hermoso, y le dieron ganas de comerlo y de llegar a tener entendimiento. Así que cortó uno de los frutos y se lo comió. Luego le dio a su esposo, y él también comió.(Gn 3, 1-6).
 
Los relatos bíblicos no pueden entenderse al pie de la letra, pues sus autores recurrieron, frecuentemente, al uso de figuras literarias como metáforas y comparaciones para plasmar el mensaje. Hay una explicación simbólica detrás de algunos relatos. En este, en particular la serpiente simboliza el mal, al diablo o satanás.  Y el hecho de que Adán y Eva hayan caído en la tentación de comer el fruto prohibido significa que ellos quisieron comer del árbol de la ciencia para así saberlo todo, como Dios; es decir, quisieron hacerse iguales a Él.
Ahora bien, las siguientes son algunas expresiones que te ayudan a comprender lo esencial del texto.
El árbol de la ciencia del bien y del mal: representa la sabíduría, o mejor, el arte de vivir y de ser feliz. Dios le presenta al ser humano un camino de sabiduría: el bien y el mal designan lo que es bueno y útil, y lo que no lo es.
Adán: es el nombre dado por la Biblia al primer hombre. Es un nombre genérico o común, empleado- la mayoría de veces- en sentido colectivo: "los hombres", "la humanidad".
Eva: significa vida, primera mujer que trae a la humanidad.
La tentadora en el relato no es la mujer sino la serpiente; y la seducción tampoco proviene de la mujer, sino del fruto que era delicioso y deseable para adquirir conocimientos. Ese fruto apetecido por la mujer y luego por el hombre es la desobediencia, la cual es el resultado del engaño.
Qué alegría constatar que ante la desobediencia del hombre y la mujer, Dios actúa a favor de ellos. Él sale al encuentro con amor y misericordia, porque es el eternamente fiel.  Antes de pronunciar la sentencia al hombre y la mujer castiga a la serpiente, y luego da la gran noticia: ¡Haré que haya enemistad entre tu y la mujer, entre tu descendencia y la suya! (Ge 3, 15) Este texto se llama protoevangelio y se aplica a María Inmaculada que vence a la serpiente, símbolo demoníaco del mal.

 
 

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